sábado, 23 de febrero de 2019

Hombres armados encañonan y roban información en el teléfono móvil del líder campesino


Hombres armados encañonan y roban información en el teléfono móvil del líder campesino

Carlos Morales es un líder destacado que como defensor ha intervenido frente a todos los actores armados legales e ilegales en defensa de la vida y para la permanencia en el territorio de los habitantes del nordeste antioqueño. Esto conllevó a una fuerte persecución, estigmatización, amenazas y judicialización que lo mantuvieron injustamente privado de la libertad durante 8 meses, posteriormente fue liberado y con el paso del tiempo se pudo demostrar su inocencia.


Aunque Cahucopana se ha caracterizado por insistir a las instituciones que es necesario pensarse las medidas de protección colectivas y diferenciadas, sin otra alternativa, Carlos cuenta con un esquema de la Unidad Nacional de Protección, que consta de un carro blindado y dos escoltas producto del estudio de riesgo, que ha implicado otros costos adicionales para la Corporación y el líder.

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Carlos, desde el pasado domingo 17 de febrero, se encuentra sin camioneta debido a daños que presentaba. A la fecha la Unidad no ha facilitado automóvil para garantizar su seguridad y movilidad.
Al no encontrarse el esquema de seguridad decidió ir sin escoltas a recoger a su esposa al lugar donde ella estudia, esta es una actividad rutinaria, resolvió ir sin ellos debido a que por sus limitaciones económicas no le alcanzaba para pagar el transporte de todos.

El día 21 de febrero, a las 5:25 p.m., en el barrio La Floresta (Barrancabermeja), mientras el dirigente campesino esperaba a su esposa, dos hombres que se movilizaban en una moto, la cual tenía las placas tapadas, lo interceptaron y lo amenazaron con un arma de fuego, posteriormente procedieron a hurtar su teléfono móvil.

Frente a esto reiteramos que el Estado tiene el deber de garantizar la seguridad integral de los líderes sociales amenazados y con altos niveles de riesgo.

Es preocupante que durante cinco días Carlos tenga que dejar de ejercer su labor y detenga hasta su vida familiar debido a la negligencia de la Unidad Nacional de Protección.

En esta ocasión afortunadamente no ocurrió nada en contra de la integridad de Carlos, sin embargo la información contenida en el móvil era confidencial y de suma importancia, aparte de tener sus contactos, grupos de trabajo y su correo electrónico, también tenía información de la Corporación y denuncias e informes de la situación actual en la región del nordeste antioqueño.

Si bien en esta hecho solo resultó en hurto, cómo organización creemos que es una alerta teniendo en cuenta que en otros casos, como el de José Yimer Cartagena, (vicepresidente de ASODECAS, asesinado en Córdoba) se demostró que su asesinato, por más que parecía que fue por un hurto, tuvo como móvil el hecho de ser líder social en su territorio.

martes, 19 de febrero de 2019

ELN y Ejército violan derechos humanos de comunidades del Nordeste Antioqueño


ELN y Ejército violan derechos humanos de comunidades del Nordeste Antioqueño

Damos a conocer la denuncia construida por líderes comunitarios del nordeste antioqueño, a raíz del asesinato del líder minero Alberto Jiménez, a manos del ELN.

Las comunidades campesinas del Nordeste Antioqueño, del municipio de Remedios y Segovia, departamento de Antioquia, las organizaciones sociales y el partido político FARC de esta región, expresamos inicialmente nuestro dolor por el asesinato de nuestro compañero, amigo y líder minero, Jaime Alberto Jiménez Fernández, habitante de la vereda Panamá 9 en manos de la insurgencia del ELN, además de la violación de derechos humanos que se han venido presentando por parte de las Fuerzas Militares y atropellos a la comunidad de esta región en general, de este modo exponemos nuestro rechazo a todas estas violaciones de DD.HH, sociales y económicos de los campesinos y campesinas de este territorio como resultado del abandono estatal que aún vivimos.

Como habitantes de este territorio, declaramos que somos mineros desde la cuna, pero existe una problemática latente en esta región que nos pone en el medio del conflicto armado, además que las luchas de nuestras comunidades siempre han buscado la formalización de la minería y la tenencia de la tierra, que siempre hemos estado comprometidas con el avance del proceso de paz y que lo que más necesitamos como campesinos organizados en JAC y Organizaciones Sociales, no es la militarización del territorio, sino la garantía de los DD.HH, sociales, económicos y culturales, y la permanencia en la región.

Desde hace muchos años la violencia en esta región es histórica y como comunidades creíamos que íbamos a descansar de la guerra con el desarme de las FARC y como campesinos aspirábamos que con la dejación de las armas se iba consolidando la paz, hoy miramos con preocupación la crisis del proceso de paz a raíz de los incumplimientos del gobierno en la implementación de los acuerdos.
En esta región somos en promedio más de cinco mil personas que estamos aquí y vivimos de la minería y la agricultura, pero en estos momentos nos vemos amenazados de diferentes fuerzas armadas, tanto legales como ilegales y el fortalecimiento del paramilitarismo que nos están obligando a salir desplazados de esta región.

Las comunidades campesinas del Nordeste Antioqueño del municipio de Remedios y Segovia, las organizaciones sociales y el Partido Político FARC de esta región nos pronunciamos ante la problemática que estamos viviendo en este momento, y exigimos al Gobierno Nacional que nos brinde solución a dichas problemáticas, las cuales son:

Problemática de minería ya que el gobierno ha legislado, pero no para los sectores más pobres, sino para las grandes multinacionales extranjeras, dejándonos por fuera a los campesinos que siempre hemos vivido de esta economía y nuevamente nos lanza al abandono estatal, el incumplimiento al proceso de paz con las FARC, la problemática social y económica, la falta de la tenencia de la tierra por encontrarnos en un territorio aún en ley 2da de 1959, problemática de seguridad de la región como la confrontación armada entre la insurgencia del ELN, el paramilitarismo y las Fuerzas Militares, lo cual nos deja en medio de la guerra a la población civil y somos quienes nos vemos más afectados ante este problema horripilante.

Dejamos en claro al Gobierno Nacional que como campesinos, excombatientes de las FARC, organizaciones sociales y población civil que somos, no tenemos nada que ver en esta guerra en la que siempre somos la población más vulnerada y abandonada, y los que ponemos siempre los muertos por una lucha que para nada nos favorece y una vez más nos vemos en el abandono estatal.
Solicitamos también al Gobierno Nacional que el ETCR Juan Carlos Castañeda sea declarado como una universidad campesina donde podamos tener un espacio educativo para el campesinado del corregimiento de Carrizal y sus veredas.

Como campesinos y campesinas siempre hemos estado en resistencia en este territorio y esto es lo que nos ha mantenido en la región, pero exigimos ya, que cese la violencia en nuestro territorio porque estamos cansados de esta y queremos que nuestros hijos e hijas vivan en una región de paz.
Hacemos también un llamado a todos los actores armados para que identifique quiénes son los que realmente están directamente implicados en el conflicto y quiénes no tenemos nada que ver en dicha guerra, además que se respeten los DD.HH y el DIH.

Las comunidades exigimos que se reanuden los diálogos con el ELN y que se haga un cese al fuego bilateral.

Esperamos que el Gobierno Local, Departamental y Nacional nos escuche y nos brinde solución a esta problemática.

Las comunidades que nos recogemos en este documento y que pertenecemos al bloque de JAC del corregimiento de Carrizal son: La Cristalina, Cañaveral de Chicamoqué, Mulato, Tamar Alto, Panamá 9, Altos de Manila, Cañaveral, El Carmen, Lejanías, Ojos Claros, El Piñal.

Las organizaciones sociales que nos recogemos para apoyar este pronunciamiento son: ACVC-RAN, CAHUCOPANA, CIANA, Partido Político FARC, Comunidad Indígena Embera Chamí del Mosquito.

Denuncia construida en la vereda Panamá 9, a los 17 días, del mes de Febrero de 2019.

martes, 12 de febrero de 2019

Vivir el trabajo de CAHUCOPANA en Lejanías y Camelias


Vivir el trabajo de CAHUCOPANA en Lejanías y Camelias

Por: Alexandra Duque Torres 



Después de viajar durante cinco horas por carretera destapada, en un carro con sacudidas constantes por las piedras y desniveles de tierra, pudimos llegar a la vereda Lejanías del municipio de Remedios, Antioquia. Teníamos algo de calor y hambre, pero nada de eso iba a dañar la llegada a la vereda. La felicidad y el asombro se reflejó en mi rostro al conocer el caserío donde nació CAHUCOPANA, una corporación campesina que defiende los derechos humanos en el nordeste antioqueño desde hace 14 años. Y no era para menos mi dicha, pues mientras caminaba conocía poco a poco el territorio y los campesinos y campesinas que integran la corporación en esta vereda, teniendo la oportunidad de compartir con el señor Rayito y el cantor Macías, dos de los fundadores de esta organización.

Fue muy significativo conocer algunas de sus dinámicas territoriales, que la mayoría se llamaran y se conocieran por el apodo, fue algo que me sorprendió en tanto el ejército no comprendía esto y los estigmatizaba con el pretexto de buscar guerrilleros manifestando que son sus “alias”; por otro lado, ver la solidaridad que caracterizaba a la comunidad y su conocimiento frente a toda la población, con la intención de protegerse y mitigar riesgos, fue sorprendente -pues en la ciudad pocas veces se encuentra o se conserva esta cohesión-, además, de unos ánimos contundentes por construir paz en una región tan golpeada por el conflicto armado.

A pesar de identificar nuevas amenazas y un posible escalamiento del conflicto con la llegada de los paramilitares, la incidencia del ELN, y la injerencia del ejército sólo para judicializar guerrilleros, tapándose los ojos frente a los paramilitares y otros delincuentes en la zona, los campesinos y campesinas siguen organizados, creyendo en la colectividad, basados en la solidaridad y la esperanza.
Esto evidenciándose no sólo en Lejanías –donde me encontré con diversos líderes y lideresas de las veredas de la parte alta de Remedios-, donde la presencia de grupos armados ha sido más contundente, sino también en Camelias –parte baja del municipio-, donde no se ha dado con tanta intensidad el regreso del conflicto, pero se ha escuchado lo que ha pasado en la parte alta, además del dominio paramilitar una vereda antes de este lugar, preparándose para lo que pueda ocurrir.

A pesar de este panorama, las comunidades están dispuestas a resistir y defender sus vidas y su territorio, le apuestan a la construcción de paz y se rehúsan a que regrese la guerra, por eso hoy más que nunca me enseñaron la importancia de la colectividad, del apoyo mutuo, de la necesidad de visibilizar lo que sucede en los territorios alejados, de la solidaridad y el fortalecimiento de las organizaciones sociales para que la guerra no sea más una opción.

lunes, 11 de febrero de 2019

Ejército realiza allanamientos y detenciones junto a hombres encapuchados en veredas de Remedios


Ejército realiza allanamientos y detenciones junto a hombres encapuchados en veredas de Remedios



El día 10 de febrero de 2019, en la vereda Panamá Nueve, jurisdicción del municipio de Remedios (Antioquia) el Ejército Nacional, Batallón Energético y Vial N 8, desde las 11 de la mañana hasta las 4 de la tarde realizó dos allanamientos y capturó a cuatro campesinos reconocidos de la región que están afiliados a la Junta de Acción Comunal de la vereda. Estas personas quienes fueron sacadas en helicóptero son:

Meily Bernal Martínez
Albeiro de Jesús Sea
Anunciación Delgado
Yurlis Astrid villa

Estás acciones estuvieron acompañadas de la militarización de las veredas Lejanías, Altos de Manila y Panamá Nueve, por vía terrestre y aérea.

El último hecho reportado por el Comité de Acción Humanitaria de Cahucopana fue a las 8 de la noche, dónde informaban que el Ejército Nacional patrullaba por medio del caserío Mina Nueva junto con un hombre encapuchado. Lo que generó el terror entre la comunidad.

La Corporación Cahucopana ha estado insistiendo en reiteradas denuncias el aumento de asesinatos, presencia de grupos paramilitares en la zona y enfrentamientos entre el Ejército Nacional y el ELN, por ello vimos la necesidad de activar los protocolos de protección creados por la comunidad ante la indiferencia de las autoridades.