Zona Veredal
Transitoria de Normalización Juan Carlos Castañeda
Vereda Carrizal, municipio de Remedios, Antioquia
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Vereda Carrizal. Foto: Cahucopana |
1.
INTRODUCCIÓN
La
Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste
Antioqueño (Cahucopana), en el marco de su labor como organización defensora y
promotora de los derechos humanos en los municipios de Remedios y Segovia y
como parte del Comité de Acompañamiento de la sociedad civil al Mecanismo
Tripartito y del Comité Territorial de Paz y Acompañamiento Humanitario del
Nordeste Antioqueño, espacio que adelanta la veeduría en esta zona de la
implementación de los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno Nacional y las
FARC-EP, ha realizado una visita a la zona campamentaria en la vereda Carrizal,
Juan Carlos Castañeda en jurisdicción del municipio de Remedios, Antioquia en
la que se encuentran alrededor de 200 guerrilleros de las FARC.
En
esta visita se consiguió realizar una serie de entrevistas y conversaciones con
el ánimo de recoger las percepciones de los habitantes de esta pequeña
ciudadela que es una de las zonas veredales con mayores avances, pero en la que
también se están presentando situaciones de insalubridad. A esto se le suman
las inconsistencias en la atención en salud, lo que puede conllevar a que se
agudice esta problemática ante la falta de atención periódica y suministro de
medicamentos que se necesitan frente a la proliferación de enfermedades como el
paludismo.
La
zona veredal se encuentra ubicada aproximadamente a 5 horas del casco urbano
del municipio de Segovia y ha tenido obstáculos en su construcción o dotación
ante las condiciones de la vía. Tal como las organizaciones lo han
caracterizado, la vía fue construida en el 2014 por parte de las mismas
comunidades, quienes son las que realizan su mantenimiento. Es una trocha que
se puede transitar en verano, pero que en invierno se convierte en un lodazal
imposible de recorrer. Los carros deben esperar a que la carretera se “escurra”
y sin embargo hay partes en las que se corre el riesgo de que los carros se
queden enterrados, lo que implica mayores tiempos en el trayecto y costos en el
transporte.
Junto
con el mantenimiento y mejoramiento de las vías, las comunidades de la región,
y en específico la de Carrizal, tenían la expectativa de la electrificación de
la vereda, una de las pocas que faltan por electrificar en la región, y que se
espera que en los próximos meses se realice.
2.
GENERALIDADES
2.1
Características.
A
nivel general, la infraestructura de la Zona Veredal ha sido construida a base
de un material denominado superboard (láminas de fibrocemento) que constituyen
sus paredes. El techo son tejas de fibra termo-acústicas. Las bases de las
estructuras son de vigas de madera unidas por puntillas. Los pisos internos son
de cemento. Dichas unidades habitacionales cuentan cada una con seis
habitaciones de 6 x 5 metros, un baño y una ducha; cada habitación actualmente
está siendo habitada por dos o más combatientes dado que las obras aún están
incompletas. Se prevé que en la zona se construyan 197 habitaciones para los
aproximadamente 200 habitantes que allí se encuentran.
2.2
Avances en la infraestructura
Estas
obras están siendo realizadas por guerrilleros, en donde, según las
entrevistas, algunos son pagos por el contratista de la obra, pero en su
mayoría, la infraestructura ha sido construida por el trabajo voluntario
realizado por guerrilleros y guerrilleras, desde la misma disciplina de la
organización, buscando responder a dignificar la vida en medio de los
incumplimientos en esta fase de implementación.
Actualmente
se ha adelantado la construcción de 102 unidades habitacionales. Al total de
las viviendas les hace falta la instalación de las ventanas y puertas que hasta
la fecha no han sido suministradas por el Gobierno Nacional. Parte de las obras
se encuentran detenidas actualmente por falta de materiales para la
continuación de las construcciones. El campamento cuenta con zonas comunes como
un comedor comunitario en el cual se sienten las altas temperaturas a medio día
así como en las habitaciones, para lo cual se había previsto la dotación con
ventiladores que hasta el momento no han llegado a la zona.
Llama
la atención ver combatientes sobre los techos, manejando maquinaria, químicos y
pinturas sin ningún tipo de protección, como arneses, guantes, gafas, tapabocas
u otros. También, cabe anotar que al parecer, quienes están siendo pagos no
cuentan con ningún tipo de prestación o protección en riesgo, desconociéndose
el tipo de contrato suscrito entre los combatientes y el contratista.
Reconociendo
que no hay experiencia de los combatientes en la realización de este tipo de
infraestructuras, existen algunas imperfecciones como goteras, desniveles o
casos más graves como el deslizamiento de la parte trasera del campamento,
puesto que fue nivelado con tierra removida y sin compactar, lo que ha creado
inestabilidad del terreno y dificultad para resistir a estas épocas de lluvias.
Las
áreas comunes como pasillos, comedor, aula y demás presentan en su mayoría
inundaciones por las fuertes lluvias o empozamiento de aguas, lo que ha creado
una crisis sanitaria que se expresa en las epidemias que se empiezan a ver en
todo el campamento. Un ejemplo de esto es que las zonas determinadas para la
atención de las madres gestantes y la guardería infantil se encuentran
absolutamente contaminadas por agua empozada, barro e inundaciones, razón por
la cual no ha sido posible la adecuación y funcionamiento de estas zonas de
vital importancia.
Al
momento de la presentación de este informe, las obras se encuentran suspendidas
(por segunda vez) por falta de pago a la oficina contratista por parte de
FONDOPAZ, también por la falta de materiales, y el incumplimiento en el
desembolso para la compra de estos.
2.3
Salubridad
Es
evidente a primera vista el empozamiento de aguas lluvias que hacen que los
pasadizos y zonas al aire libre tengan gran presencia de lodo, moscas y
mosquitos. La presencia de estos insectos ha proliferado una epidemia de
paludismo y gripe, todo esto con el agravante del gran número de guerrilleros,
guerrilleras y niñas y niños que habitan en el área.
Otras
enfermedades que se han presentado son las enfermedades femeninas como
infecciones urinarias y vaginales, así mismo enfermedades cutáneas, como
hongos, descamaciones, etc.
Según
nos informan en algunas entrevistas, en el marco de unos talleres ambientales,
el SENA realizó un estudio informal que arrojó que el agua suministrada para el
campamento se encuentra contaminada de mercurio, siendo una preocupación debido
a que se intentó identificar por parte de los mismos guerrilleros la fuente de
agua que suponían estuviera menos contaminada en el sector. A pesar de esto, el
agua tiene un tratamiento de descontaminación, pero mantiene unas
características de contenido de sedimentos y color turbio.
2.4
Madres gestantes y recién nacidos
Actualmente
se encuentran dentro de la zona veredal cinco madres gestantes. El tiempo de
gestación oscila entre los 2 hasta los 6 meses. Dos menores de 3 años y dos
recién nacidos.
Se
ha contado con la visita en dos ocasiones del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar (ICBF) hasta el campamento del mecanismo, aunque en ninguna de estas
oportunidades se ha permitido por parte del Mecanismo el ingreso de los
funcionarios al campamento de los insurgentes a ver las condiciones en las que
viven los niños, es decir no se ha permitido el diagnóstico de las condiciones
de vida de las madres gestantes y los menores de edad.
Así
mismo, la revisión médica de primer nivel se ha limitado a una primera atención
diagnóstica. Sin embargo, no se han dado condiciones para que se puedan
realizar los respectivos exámenes médicos periódicos necesarios para llevar un
óptimo control de proceso de gestación.
Se
han identificado dos casos de embarazo de alto riesgo, el primero por ser un
embarazo de gemelos en una mujer mayor de 35 años y el segundo caso es por la
malaria repetitiva y está presentando desnutrición materna. El segundo de estos
casos se ha tratado de brindar el acompañamiento médico especializado, aunque
algunas de las gestantes no han contado con las redes de apoyo solidas o del
Mecanismo de Monitoreo al momento de estar hospitalizadas en los cascos
municipales y se encuentra a la espera del proceso de reubicación por
recomendación médica. La primera se encuentra aún a la espera de poder realizar
el desplazamiento hacia un casco municipal y de esta manera realizarse los
chequeos médicos respectivos.
Los recién nacidos
han presentado episodios de gripe, diarrea, vómito, entre otros, que han sido
atendidos en algunos casos por el médico o la médica general del puesto de
salud.
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Zona Veredal Carrizal. Foto: Cahucopana |
Carpas
dispuestas para la atención de salud, para guardería y estancia de mujeres
gestantes. No está en uso por las condiciones de inundaciones e insalubridad.
Foto: FARC-EP Zona Veredal Juan Carlos Castañeda.
3.
SALUD
La
atención médica es brindada por un médico o médica general y una jefe de
enfermería quienes se encuentran en el Puesto de Salud de Carrizal. Este puesto
cuenta con las condiciones básicas para la atención, pero no cuenta con
ambulancia. La única que está disponible pertenece a la Defensa Civil y no es
aceptada por los guerrilleros debido a las prevenciones que existen; el
argumento que brindan los insurgentes es que, en el marco del conflicto, la
Defensa Civil tuvo acciones contrainsurgentes y en concomitancia con
paramilitares, antecedentes que esperan sean aclarados en el marco de la
construcción de verdad. Es por ello que insisten que la ambulancia debe ser
parte de la atención de salud brindada por el municipio. Así mismo, conocimos
que el personal que está en el puesto de salud, que ha traído beneficios para
los habitantes en general de la región, tiene contrato hasta los próximos tres
meses.
Por
otra parte, aunque se realizan las pruebas de paludismo en el puesto de salud,
nunca se ha contado con el suministro constante de la medicina para el
tratamiento y hay que esperar varios días para ello.
En
diferentes ocasiones estos profesionales se trasladan a la zona y ahí se
realiza la atención médica. Solo en caso de urgencias, -aproximadamente se han
dado 5 casos- son trasladados al hospital de Remedios, Yolombó o Medellín según
la urgencia y complejidad del tratamiento.
Los
guerrilleros y las guerrilleras se encuentran afiliados por medio de un código
al sistema público de salud a la NUEVA EPS. A la fecha aún hacen falta 70
combatientes por codificar, lo que hace imposible su atención médica y los que
cuentan ya con el código comentan que se tienen serias dificultades para la
atención y la obtención de citas médicas o la realización de exámenes especializados.
Se vienen presentando casos de guerrilleros y guerrilleras que llevan a la
espera de la realización de exámenes especializados hasta tres meses; lo que ha
implicado el traslado de estos a Medellín, el sostenimiento en las casas de
reubicación y la seguridad permanente, así como la exposición a ser víctimas de
algún tipo de agresión. Los insurgentes ya empiezan a observar y vivir las
inconsistencias en la atención de salud por parte del sistema de salud
colombiano, obteniendo citas para especialistas o exámenes entre ocho días a un
mes de espera, costos que implican movilización y sostenimiento de los
insurgentes, por lo que muchos de ellos desisten de tratamientos.
Existen
inconvenientes para la atención en odontología puesto que, según los
entrevistados, la entidad responsable no canceló la atención brindada por el
especialista en brigadas anteriores y el Hospital de Remedios se niega a volver
a enviar especialistas en odontología hasta que no sea clara la forma de pago.
Es decir que a la fecha no se cuenta con atención médica odontológica para los
guerrilleros de las FARC-EP, más allá del combatiente “odontólogo” que siempre
ha atendido a la insurgencia, el cual no tiene dotación. Una de las
alternativas que plantean es la colaboración con materiales y dotación a los
odontólogos. Uno de los mandos entrevistados refiere que si se les brindara los
materiales de calidad ellos podrían prestar el servicio de odontología, ya que
cuentan con el personal.
La
salud emocional de los guerrilleros y guerrilleras se ha visto afectada en
términos de los cambios en las dinámicas de vida. En épocas de confrontación
armada estos tenían una constante movilización, lo que ahora no ocurre. Desde
algunas percepciones, el asentamiento ha provocado el aprendizaje rápido y forzoso
de nuevas maneras de vivir, modificando la convivencia, entrando en dinámicas
de individualismo o la rutina constante ha provocado en algunos la búsqueda de
un desarrollo individual del sujeto antes no aprendida; así mismo los temores,
incertidumbres y expectativas provocan en muchos ansiedad y temores al notar
que según ellos “ el gobierno no nos cumple ahora que estamos reunidos, menos
nos van a cumplir estando solos afuera”.
Son
casi generalizadas las diversas sensaciones acerca del incumplimiento del
gobierno en los tiempos, proyectos y acuerdos en general, además de la
constante y creciente presencia de grupos paramilitares en las zonas cercanas
antes de influencia de la guerrilla, lo que ha generado en muchos el temor de
que sean víctimas de represalias una vez se dé la finalización de las zonas
veredales.
Es
importante también tener en cuenta que muchos y muchas combatientes no cuentan
con ninguna red de apoyo familiar y existe la incertidumbre ante cuál será su
primera “parada” una vez hayan dado el paso a población civil.
4.
ALIMENTACIÓN E INTENDENCIA
Encontramos
que hace falta dotación general para la cocina o “rancha”, incluyendo el menaje
(plato, vaso y cubiertos). Los alimentos se mezclan con palos adecuados por los
mismos guerrilleros y guerrilleras; no se cuenta con mesones para el manejo de
los alimentos, las mesas de madera aumentan la proliferación de bacterias y
moscas, la repartición de los alimentos se realiza empezando por la entrega por
parte de los insurgentes de los implementos que cada quien tenga para la
recepción de su alimentación, por lo cual se insiste en la necesidad de dotar a
los guerrilleros de vajillas, bandejas o implementos que les permitan
desarrollar hábitos más saludables al consumir los alimentos.
Así
mismo hay que resaltar la necesidad de que se brinde asesoría en cuanto la
utilización de los alimentos abastecidos, ya que la utilización incorrecta de
los cortes de carne por ejemplo ha llevado a dificultar su consumo. Tras el
último cambio de contratista se ha mejorado el abastecimiento de alimentos, su
calidad es buena, pero ha implicado la modificación de la dieta por el aumento
de embutidos, bebidas azucaradas, entre otros, que ha sido recibida de manera
diferenciada por todos, algunos de manera positiva y otros de manera negativa.
En
cuanto a la “intendencia” (útiles de aseo), los productos estaban siendo de muy
baja calidad y no estaban acorde con las necesidades de las y los combatientes.
Luego de varios debates se logró el mejoramiento. Sin embargo la dotación llega
cada 45 días, que no responde al acuerdo donde se establecía que llegaría cada
15 días.
En
cuanto a la ropa, no se ha recibido dotación alguna, el abastecimiento lo ha
suministrado las FARC-EP bajo las limitaciones actuales. Se necesita de manera
urgente ropa, también para las insurgentes en etapa de gestación.
5.
PROBLEMAS DE SEGURIDAD A COMBATIENTES
El
problema del paramilitarismo constituye en la actualidad una verdadera amenaza
a la Zona Veredal. Tal como se ha denunciado y expresado constantemente, la
situación de presencia paramilitar ha aumentado, a tal punto que en el momento
de construcción de este documento estábamos emitiendo las denuncias respectivas
sobre la presencia de paramilitares en el caserío de Mina Nueva y en la vereda
Rancho Quemado, comunidades que quedan en puntos opuestos aproximadamente a una
hora y media de la zona veredal, una hacia el casco urbano de Remedios y la
otra hacia la salida al corregimiento de Puerto López en El Bagre. Municipios
donde es explícito el control paramilitar.
Así
mismo, recibimos la noticia del asesinato de familiares de un miliciano que se
encontraba en la zona veredal. Dicha información conmocionó a la guerrillerada
y nos pone en alerta a las organizaciones de los territorios, quienes somos los
responsables por velar por la vida e integridad de las comunidades en las que
seguramente hay familiares y amigos de los combatientes que, con todo el
compromiso, están en este tránsito a la vida civil.