¿Qué hace diferente este
momento de las luchas sociales y campesinas en comparación con la historia?
Por : Emilio Villa
¿Qué creemos es diferente actualmente,
que augure que la oligarquía internacionalista en la América latina, no actuará
como ya lo ha hecho o, no está actuando como ya lo ha hecho, en cuanto a las
negociaciones y diferentes manifestaciones sociales en nuestro país?. Ya se ha
dado que las fuerzas insurgentes, cesen actividades de guerra y se sienten con
los oligarcas a discutir lo indiscutible; que los movimientos organizados
muestren a sus líderes, que los peces asomen la cabeza confiando en poder
respirar fuera del agua.
Grandes pensadores de la guerrilla de las
FARC-EP han sido abatidos y exhibidos morbosamente como trofeos por el Ejército
Nacional comprado por el capital extranjero y por sus patronos de turno en el
gobierno. Hombres capaces de concertar propuestas que nos condujeran y ayudaran
a constituir los cambios reales estructurales que demandamos.
El mismo proyecto se ha estado desarrollando
en el territorio nacional. No se muestran intereses de cambios en las prácticas,
ni educativas ni comunicativas que realmente reflejen un interés de cambio de
la mentalidad guerrerista implantada en la población. Los partidos que han
estado rotándose el poder, ahora descaradamente nos muestra sus dos caras, la
oligárquica leguleya y la mafiosa asesina. La única discordia real que se
presentaría entre estas asociaciones politiqueras, la extrema derecha, el
conservadurismo y el liberalismo nacional, sería la del perro que muerde la
mano de su amo. El pueblo sigue sin real representación en la farsa electoral.
De recordar la frase del entonces Ministro
de Justicia y luego brevemente Ministro de Gobierno de Mariano Ospina, el conservador José Antonio Montalvo – cojo Montalvo – “…según la
cual su Partido ganaría las elecciones de 1950 así fuera a sangre y fuego;
semanas después sería asesinado
Jorge Eliecer Gaitán”[1]
“Rojas fue un protegido de Mariano Ospina
Pérez, que lo nombró director de Aerocivil y ministro de Comunicaciones- Toda
la región se vio entonces envuelta en sangrientos combates. Más de 5.000
hombres (…) apoyados por la aviación y estrenando fusiles punto 30, cercaron EL
Davis. Los liberales pactaron de nuevo un acuerdo; (…) El Llanero (de “los
comunes”), se quedó con 75 hombres en la zona para defenderla; finalmente
fueron copados por el Ejército y sus mandos fusilados”[2]
Luego se da paso al Frente Nacional
donde, durante el tercer cuarto de siglo, se alternaran el gobierno del país
los dos partidos criollos. Se encrudece el despojo de tierras, las ciudades
crecen al ritmo del desplazamiento forzado y viven en cemento propio cruentos
enfrentamientos entre pandillas, combos, delincuencia común, milicias urbanas,
fracciones guerrilleras y paramilitares, entre tanto la policía y el ejercito
actúan por los lados mientras las políticas en ciudades como Medellín,
parecieran obedecer más a una estrategia de control de natalidad he imposición
de negocios que ahondan prácticas de dominación sobre los habitantes de las
comunas.
A principios de los ochentas el actual
dizque contendiente del candidato presidente fortalecía su economía como
director de la aeronáutica civil, ya se ha repetido muchas veces que fue quien otorgó
licencias a aviones y pilotos de Pablo Escobar, vuelve y juega, el primo
hermano de Obdulio Gaviria ideólogo del doctor Uribe; que de esa manera se
concretaron negocios de narcotráfico, los mismos que han soportado
económicamente los ejércitos paramilitares, cuyas actividades han solventado
las campañas políticas de gobernantes encarcelados, investigados y señalados
por parapolítica en el país. Los mismos políticos, comerciantes, ganaderos,
intelectuales, etc, que presuntamente han estado acolitando y auspiciado el
accionar criminal contra movimientos sociales y políticos, como sucedió a finales
del siglo pasado con el genocidio
perpetrado en todo el territorio colombiano contra el movimiento político Unión
Patriótica, que se constituyera legalmente como propuesta política de la fuerza
armada guerrillera que hoy nuevamente le plantea propuestas en la Habana al
gobierno nacional y que contara también con la participación del Partido
Comunista Colombiano y de la sociedad civil que se sentía representada.
La
esperanza
Durante estas décadas, a la par con el
sistemático accionar criminal negado por el Estado, cometido por las fuerzas
represoras del Estado o auspiciado por personas que giran en torno al Estado, se
han consolidado procesos de organizaciones campesinas e indígenas, hay liderazgos
desde las bases y se ha mantenido una constancia en los procesos formativos de
las mismas. Existen propuestas soportadas con proyectos tangibles en múltiples
territorios a lo largo y ancho del país.
En lo urbano se han conformado y
fortalecido procesos expresados en colectivos culturales, políticos,
ecologistas, periodísticos y audiovisuales que han estado visibilizando de
múltiples maneras las históricas luchas y propuestas sociales, sin obviar las
permanentes violaciones a los derechos humanos.
En la región se han posesionado una
serie de gobiernos socialistas y progresistas que amplían el espectro político
en medio de las políticas neoliberales…
La historia, los errores cometidos, las
imprudencias, la ambiciosa amplitud, la ingenua confianza, tendrán que estar
forjando en las dinámicas de las nuevas generaciones prácticas que conlleven a
no repetir los acontecimientos o de lo contrario, cuando menos a continuar en
el roll de no hacérselo tan fácil a quienes pretenden continuar deslegitimando y
criminalizando las históricas luchas y propuestas del pueblo organizado.
Comunidades en todo el país se han
estado manifestado dando consistencia a una frase que desde el Paro Agro-minero
nacional del año pasado a recorrido el territorio, “Nos quitaron tanto, tanto,
que terminaron por quitarnos también el miedo”, teniendo por legítimo la
defensa de sus territorios a fin de permanecer en ellos, pugnándolo legalmente
y constituyéndolo desde la práctica. Generaciones en todas lenguas, en todo el
continente, continúan promulgando el mensaje viviente.