Rechazo a la creciente ola de violencia en el Nordeste Antioqueño
La Corporación Acción
Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño- Cahucopana,
expresa su preocupación por los últimos hechos acontecidos en el municipio de
Segovia, departamento de Antioquia. Al respecto, rechazamos todo acto de
violencia sin importar de donde provenga, más aun cuando está dejando por doquier
víctimas de la población.
Hemos afirmado que Remedios
y Segovia, por ser municipios con gran abundancia de recursos naturales y
minerales están expuestos a afrontar toda clase de conflictos por la disputa
que se presenta entre los diversos actores por el control territorial, frente a
ello, el conflicto social y económico se evidencia cada día con más fuerza.
Las estrategias para tener
el poder económico de la zona llevan a los interesados a ejercer control social
apelando no solo a generar el miedo, sino también a tomar represarías en contra
de quienes no compartan sus objetivos, situación que se agudiza si no se
implementan las medidas necesarias y apropiadas por parte de la
institucionalidad, no solo local sino departamental y nacional, hasta que todo
se vuelve una bola de nieve.
El municipio de Segovia,
poblado por gente trabajadora, honesta y alegre, vive en medio de grupos
armados al margen de la ley, sucesores del paramilitarismo y bandas criminales,
sin contar otros factores que tienen en vilo su tranquilidad; la presencia de
una empresa multinacional que desde hace aproximadamente 43 años se empeña en
hacer desaparecer a los pequeños y medianos mineros, en un pleito que no parece
tener fin, deja a centenares de pobladores sin su único sustento económico: la
extracción minera, abriendo las puertas para que se desencadene la persecución
y judicialización a los mineros.
No podemos permitir que se
sigan asesinando a los jóvenes en disputas entre “combos”, ni que por medio de
panfletos y amenazas se pretenda someter a la población a través del terror,
las extorsiones, el microtráfico y el sicariato, todas ellas, deben ser
asumidas por las autoridades como un problema social de seguridad, que demanda
de planes de acción y políticas públicas para erradicarlas de raíz.
Cahucopana como organización
defensora de derechos humanos hace un llamado para que se tomen acciones
concretas que respondan a la necesidad de la población de vivir en un entorno
de paz y tranquilidad.