jueves, 6 de junio de 2019

Rechazo a la creciente ola de violencia en el Nordeste Antioqueño


Rechazo a la creciente ola de violencia en el Nordeste Antioqueño


La Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño- Cahucopana, expresa su preocupación por los últimos hechos acontecidos en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia. Al respecto, rechazamos todo acto de violencia sin importar de donde provenga, más aun cuando está dejando por doquier víctimas de la población.

Hemos afirmado que Remedios y Segovia, por ser municipios con gran abundancia de recursos naturales y minerales están expuestos a afrontar toda clase de conflictos por la disputa que se presenta entre los diversos actores por el control territorial, frente a ello, el conflicto social y económico se evidencia cada día con más fuerza.

Las estrategias para tener el poder económico de la zona llevan a los interesados a ejercer control social apelando no solo a generar el miedo, sino también a tomar represarías en contra de quienes no compartan sus objetivos, situación que se agudiza si no se implementan las medidas necesarias y apropiadas por parte de la institucionalidad, no solo local sino departamental y nacional, hasta que todo se vuelve una bola de nieve.

El municipio de Segovia, poblado por gente trabajadora, honesta y alegre, vive en medio de grupos armados al margen de la ley, sucesores del paramilitarismo y bandas criminales, sin contar otros factores que tienen en vilo su tranquilidad; la presencia de una empresa multinacional que desde hace aproximadamente 43 años se empeña en hacer desaparecer a los pequeños y medianos mineros, en un pleito que no parece tener fin, deja a centenares de pobladores sin su único sustento económico: la extracción minera, abriendo las puertas para que se desencadene la persecución y judicialización a los mineros.

No podemos permitir que se sigan asesinando a los jóvenes en disputas entre “combos”, ni que por medio de panfletos y amenazas se pretenda someter a la población a través del terror, las extorsiones, el microtráfico y el sicariato, todas ellas, deben ser asumidas por las autoridades como un problema social de seguridad, que demanda de planes de acción y políticas públicas para erradicarlas de raíz.

Cahucopana como organización defensora de derechos humanos hace un llamado para que se tomen acciones concretas que respondan a la necesidad de la población de vivir en un entorno de paz y tranquilidad.

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