miércoles, 19 de febrero de 2014

Por los caminos de la unidad, construyendo lazos de soberanía e identidad territorial

Por los caminos de la unidad, construyendo lazos de soberanía e identidad territorial



Es necesario conocer los territorios que nos son negados, arrebatados, defendidos u ofendidos, para comprender cuando menos en parte, por qué tantos y tantas hablan de soberanía, de autonomía, de justicia social, de común-unidad.

Entrando al municipio de Remedios - Antioquia, sobre el costado derecho se alcanza a observar, enorme sobre una de las montañas, un letrero que reza Gran Colombia Gold. Que es de Álvaro Uribe dicen los habitantes del municipio, que la administra Consuelo Araujo demuestran los papeles, que esas montañas están llenas de riquezas lo saben los cientos de hombres y mujeres que actúan como topos en las entrañas de la madre tierra o que escarban los reductos de ella, a donde van los reales y las ganancias sería la pregunta.




En la cabecera del municipio, entre algarabías, botas y polvo está el acopio de chiveros veredales, carros similares a los vehículos de rally por las barras de seguridad de menor tamaño que rodean el carro en su interior. Recorrimos el escarpado camino que lleva hasta la vereda Santa Marta, de cuatro a cinco horas levantando el polvo entre matices verdes de montañas vírgenes y algunas muestras de explotación maderera. A la llegada se hace necesario descansar la sacudida de huesos del trayecto, para luego retomar el camino, a pie o en bestia como lo vienen haciendo los oriundos desde hace décadas.

Empezando el camino se notan las tierras volteadas, las enormes piedras reubicadas, los terrenos removidos como respirando a bocanadas, recuperándose y algunas aguas reencausadas. La carretera que las mismas comunidades desde su propio bolsillo y trabajo han venido priorizando, se adentra en el territorio y todo se hace natural, los sonidos en el silencio, el aire, los colores, los animales. Cada tanto, una que otra casa de madera, algunos potreros y diversas razas de ganado.


Con un sol rojizo a espaldas nuestras, luego de unas horas de camino en la histórica mula, alcanzamos a divisar la vereda que le hace honor a su nombre, Lejanías; la carretera le atraviesa y continúa su trecho, estructuras en madera se levantan a los lados de ella, algunas son casas, otras cumplen además, con la función de negocio. Hay una iglesia pentecostal. La noche despejada, los astros relucientes y el merecido descanso. Desde el día anterior al encuentro empezaron a llegar en caballos, yeguas, mulos y mulas los delegados de las juntas de acción comunal y de algunos comités mineros, arroceros y ganaderos de la región.
Para el día de la pre-cumbre éramos cerca de noventa los asistentes a la precumbre regional agrominera, interétnica y popular, estaba dada la participación de las veredas y de las organizaciones convocantes CAHUCOPANA, ACVC y CIANA. Los ejes temáticos fueron los mismos que en las Guaguas en Segovia y en Madre Seca, Anorí: modelo de despojo y economía propia; tierra, territorio y prácticas culturales, y paz con justicia social.

Tras la socialización por parte del representante de las comunidades en la Mesa de Interlocución y Acuerdo - MIA - sobre los infructuosos diálogos con el gobierno nacional, se pudo empezar a medir el ánimo de las gentes, principalmente dada la claridad que la experiencia deja a aquellos que, sin perder la esperanza en lo organizativo y comunitario, mantienen en fresco la falta de cumplimiento por parte de quienes representan a las clases dominantes cuando de acordar con el constituyente primario se trata. El trabajo por mesas permitió medir la determinación ante la posible necesidad de abordar vías de hecho para visibilizar una vez más la inexistencia de consensos entre el gobierno y el campesinado, el deseo por caminar y consolidar la unidad de los sectores y el propósito de aunar fuerzas en pro al fortalecimiento de las economías propias, la identidad y la permanencia en el territorio.

En las conclusiones se definió la fecha de la precumbre departamental, será el próximo sábado 15 de febrero en la ciudad de Medellín, en las instalaciones de la universidad San Buenaventura sede San Benito. Para este espacio, se espera lograr el vínculo con el movimiento social y popular de la ciudad, ya hay insumos para ello que quedaron del paro nacional vivido el año pasado con los lazos que lo urbano tuvo con lo rural desde las caravanas en solidaridad con el movimiento campesino y las diferentes manifestaciones que se dieron en apoyo a las reivindicaciones que estructuralmente siguen siendo comunes.

Hace un par de días cuando apenas íbamos llegando a Lejanías, a unos minutos de caserío vimos una retro y un grupo de hombres acompañando el trabajo de acondicionamiento de la carretera; el día de clausura de la precumbre en horas de la tarde, pudimos experimentar la satisfacción de una comunidad comprometida con el progreso de su territorio, entre aplausos, silbidos y sonrisas vimos arribar al primer chivero en la historia de la vereda. Las gentes se tomaban fotos en el vehículo, muchos y muchas ni siquiera lo creían, sin embargo ahí estaba, como un presagio, como una muestra más de cuanto a lo largo de la historia ha demostrado la capacidad de la unidad, la organización y la lucha conjunta.

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