sábado, 18 de agosto de 2018

Los obstáculos de la violencia no van a impedir que sigamos defendiendo los derechos humanos


Los obstáculos de la violencia no van a impedir que sigamos defendiendo los derechos humanos



Después de 5 horas desde el casco urbano del municipio de Remedios hasta el caserío “La Telaraña” jurisdicción de la vereda Camelias II y desde allí caminando 30 minutos más, llegamos a la granja integral de aprendizaje y refugio humanitario de paso de la Corporación Cahucopana.

El terreno fue donado por las comunidades campesinas quienes a principios del año 2000 realizaban allí trabajo colectivo sembrando algunos alimentos para el consumo en la región. Con la arremetida paramilitar tras la posesión del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, el pillaje, el bloqueo económico, los bombardeos, las amenazas, las ejecuciones extrajudiciales y el asesinato hizo que se perdiera la vocación campesina en gran parte del territorio. Estás acciones llevaron a que las comunidades dejaran de participar en la siembra colectiva y encontrarán en la minería una forma para su sustento económico.
El espacio de la granja, para esta ocasión, nos sirvió para que entre los días 13 al 16 de agosto, se realizara el balance y la proyección del equipo de trabajo de Cahucopana.

Miembros del equipo de campo, junto algunos miembros de la Junta Directiva y el equipo de apoyo de Bogotá y Medellín, quienes contaron con el acompañamiento internacional de los Equipos Cristianos de Acción por la Paz (ECAP), se encontraron para analizar la situación de la región en la cual se están presentando diferentes situaciones violentas y de asesinatos. En lo que va corrido del año se han presentado siete homicidios a pobladores de la zona rural además de la intimidación que se está produciendo con la presencia de hombres desconocidos y encapuchados, que genera nuevamente la perdida de tejido organizativo, afectando principalmente las Juntas de Acción Comunal. Así mismo el aumento del consumo de sustancias psicoactivas, el hurto y la inseguridad, en varias veredas de la zona, lo cual llama la atención que ocurra cerca al ETCR “Juan Carlos Castañeda” teniendo en cuenta que allí se concentra una militarización especial por el tema del Espacio, y que dicha situación en los jóvenes facilita el reclutamiento a grupos paramilitares.

Así mismo, en los cascos urbanos se han presentado un sin número de homicidios, cerca a los mismos una serie de combates correspondientes a una disputa entre grupos paramilitares que han llegado o se han conformado allí. Esto se evidencia en las amenazas y panfletos que se han distribuido en los últimos meses. Estos hechos nos retornan a la situación similar que vivimos en 2012 y que advertíamos se iba a presentar si no se tomaban las medidas idóneas por parte del Estado en nuestros informes semestrales de los años anteriores. La militarización nunca ha sido la salida para la construcción de paz territorial, se necesita inversión social e intervención integral en nuestras comunidades.

Con el contexto anterior el equipo organizo su plan de trabajo de los próximos meses para fortalecer y acompañar las Juntas, los equipos de acción humanitaria, los equipos femeninos y las organizaciones en el territorio.

Los obstáculos que nuevamente se tienen por el aumento de la violencia no van a impedir que sigamos trabajando por el respeto a los derechos humanos y una vida digna para el campesinado y mineros del Nordeste antioqueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario